«Y en ese tiempo, yo por eso me acuerdo siempre, era tan difícil. Mira, había estado todo escondido, habían escondido todo, todo, todo los almacenes. Mira, yo sé porque yo también trabajé en JAP. Una de las tareas que me tocó cumplir ahí en el centro de Viña, fue en el JAP, la 505, todavía me acuerdo. Entonces, colaboraba. Lo más difícil de conseguir, siempre, eran los cigarros. Después del Golpe, igual había problemas con los cigarros po’, porque –te estoy hablando de mediados de octubre, estaba recién saliendo todo–, entonces todavía era complicado conseguir cigarros y se conseguían en el mercado negro, carísimos. Bueno, pero ahí, yo me acuerdo, un esfuerzo enorme, pidiéndole apoyo a otra gente, amistades, qué sé yo. Y, me acuerdo, haberle comprado dos cartones de Belmont. Eran unos cigarros malísimos, pero no había Hilton tampoco. La cosa es que le llevé los cigarros, o sea, llevé eso, llevé una frazada, llevé útiles de aseo, como me habían pedido. Todo con un esfuerzo bastante grande, te voy a decir, porque era difícil conseguirlo pero, además, no había plata.»
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